martes, enero 24, 2006


En la playa había un perro, caminaba con la cabeza gacha como contanto los granos de arena y olfateando. Los gemelos cada uno sentado sobre sus toallas identicas comian sus palmeras, y miraban al perro espernado que este se acercara.
Al pobre perro nunca le llegaría la invitación asi que debía acercarse por su cuenta. Olfateo y olfateo, babeó y babeó sin obtener nada, luego cuando los gemelos fueron sacudidos y emperifillados para retirarce, uno de los niños impaciente le chiflo, este corrió sobre las toallas salpicando de arena con la cola y con la patas a las chiquillas pitucas en su correteo... pero...
No encontró palmera y se fue contando los granos de arena.